Películas que ¿en realidad son anuncios?
La industria del cine y del entretenimiento general se encuentra en constante cambio, en los cuales hay casos excepcionales en los cuales la historia que se nos cuentan en las cintas nos incitan a relacionarnos con un tipo en específico de producto como es el caso.
Películas como Barbie que tuvieron una campaña de promoción alrededor de esta de un tamaño considerable, ya no solo se buscaba que la gente visitara las salas de cine en las que se proyectaban la película, si no, que con ella se sacaron artículos promocionales que levantaban ventas a la par que generaba millones en ingresos en taquilla, este enfoque que nos han estado presentado se ha visto en otras situaciones.
La película de Barbie quizá fue el caso más sonado, esto debido a que con anterioridad la muñeca de Mattel ya gozaba con múltiples productos relacionados con la marca, como son las películas y series animadas, sets de maquillaje, hasta la figura propia, el boom sociocultural no se hizo de esperar ante la mirada de quienes esperaban con hype o mera curiosidad lo que podía ofrecer la cinta. Logrando con esto un fenómeno mundial en el cual nos vimos involucrados.
La cinta “Air” es otro ejemplo para esto, si de por si el nombre “Jordan” que acompaña al calzado deportivo es un nombre de peso en el mundo del deporte, logra darle un factor más emotivo ya que la cinta nos cuenta como fueron las negociaciones que llevaron a Michael Jordan a firmar por Nike, pero a pesar de que la premisa sea esta, la cinta no se enfoca en la figura del “Rey” del basketball, si no que más bien le dieron el protagónico al calzado en sí, suena raro y lo es, pero ¿realmente era necesario ver esta perspectiva de los hechos?, con opiniones divididas, creo que es un factor agregado para de este modo formar atreves de vivencias ajenas un lazo con la marca, logrando que el espectador ponga un ojo sobre esta línea de calzado.
Quizá el medio por el que se lance la cinta sea proporcional al impacto de la misma, como es el caso de la historia detrás de los Cheetos “Flaming Hot”, la cual solo se lanzó en plataformas de streaming, la cinta en muy resumidas cuentas, trata de como un hombre de la mano de una idea “revolucionaría” logró el descubrimiento de un nuevo producto y con ello salvar millones de empleos de gente como él, es una historia emotiva de superación que vale la pena ver, pero que del mismo modo nunca deja del lado el propósito de promocionar el producto sea de manera directa o indirecta.
La fórmula es sencilla, tomas un producto con una gran trayectoria en el mercado y formas una historia alrededor de este puede ser basada en hechos reales o una mera película de comedia, lo importante es establecer un lazo emocional con el espectador despertando en este cierto interés en el producto en cuestión. Jugar con los matices de las películas, de la mano de una historia que enganche al espectador y explotar eso par que este último termine por comprar un producto.
A medida que la industria cinematográfica continúa evolucionando, seguramente veremos más ejemplos de esta intrigante tendencia, donde las películas no solo entretienen, sino que también nos invitan a conectarnos con marcas y productos de maneras inesperadas. El cine sigue siendo un poderoso medio para contar historias y, a veces, también para vender sueños y productos.
Samuel Rios